Tecnología en el Bosque: La Arriesgada Apuesta Sueca en Investigación y Desarrollo

 En el mundo en el que vivimos a día de hoy, destacan los que apuestan por la innovación, los que arriesgan, los capaces de ser originales en este mundo en el que "todo esta creado". Y  en estos términos es imposible no pensar en Suecia.

En los 10 últimos años, Suecia ha invertido más de un 3% de su PIB en I+D (investigación y Desarrollo).La relación de estos resultados y la educación sueca es evidente. Las universidades suecas fomentan una educación dirigida a la innovación y progreso. Es por ello que Suecia puede presumir de tener un sistema universitario de los más sustentables del mundo. Es gracias a esto que Suiza es el quinto país con mayor número de población con estudios superiores, el 52,8% de los suecos completan sus estudios superiores y se lanzan al mundo laboral internacional con unos currículums y carreras estudiantiles impecables 

Pero ¿Cómo lo hacen? Y es que Suecia aprovecha todos los factores que puedan potenciar sus capacidades. Este país es muy amplio a nivel geográfico y no tiene mucha población, y es por eso que durante la segunda mitad del S.XIX unos sistemas de comunicación a larga distancia que les permitía comunicarse. Es así como se inició en el mundo de la tecnología hasta llegar a inventar innovaciones tecnológicas como el bluetooth, Spotify o Skype, que a día de hoy son básicos en nuestro día a día.

Estas condiciones geográficas y los recursos mineros con los que contaba Suecia, también impulsaron la fabricación de transportes que aguantasen las bajísimas temperaturas y kilométricas distancias para poder optimizar la cadena de suministración de minerales y acero. Esta situación se agravó más a causa de la industrialización, que desencadenó en una fuerte y extensa red de ferrocarriles.

Pero no solo a nivel tecnológico o de transporte, la energía no se queda fuera del campo de juego sueco. En 2018 la energía eléctrica extraída con la disponibilidad de agua en movimiento y biomasa procedente de su 63% de cobertura forestal (una vez más aprovechando su situación geográfica) suponía un 54,6% de la energía total consumida por los suecos.

Y es que el país nórdico no ve el gasto en I+D como un gasto, valga la redundancia, sino como una inversión a largo plazo que favorece y casi que asegura el desarrollo económico del país. Y como hemos podido ver a lo largo de este post, no va nada mal encaminado, más bien puede ser que este sea el éxito y la causa de los buenos resultados que Suecia va superando año tras año, y es que los estudios no engañan.